LA
ESTACIONALIDAD.
En
el día dos, abordamos un tema muy interesante y del que honestamente ya había
escuchado hablar pero nunca me lo plantee
desde el punto de vista de un cocinero venezolano.
Muchos países del mundo pasan por las llamadas
4 estaciones (invierno, otoño, primavera y verano), y durante cada una de estas
estaciones se cultivan diferentes productos, lo que implica que un restaurante
puede tener dificultades para presentar un mismo platillo todo el año si ese
producto depende de una estación o temporada
especifica, aunque no es imposible gracias a las técnica de cultivo y almacenamiento que hoy día existen.
Pero
debemos entender que no es igual cocinar con ingredientes frescos, obtenidos en
el pico más alto de su cosecha a trabajar con un producto que tiene 7 meses
congelado, el sabor no llega a ser igual, también implica mayores gastos para
un restaurante tratar de conseguir productos
fuera de temporada.
Hoy
en día existen procesos en los cuales se puede forzar a un planta a que
produzca cosecha todo el año pero esto requiere un fuerte tratamiento a base de
químicos lo cual aparte de ser muy costoso y que termina elevando el precio del
producto y afectando el bolsillo del que compra, terminamos consumiendo un
producto cargado de químicos, porque forzamos a la naturaleza a hacer algo para
lo que ella no estaba diseñada.
El
cocinero venezolano en su mayoría no conoce las temporadas de sus productos,
aun cuando en Venezuela no existen 4 estaciones sino solo 2, se nos hace
difícil conocer la temporada de cosecha de nuestros productos, sencillamente
nos acostumbramos a que siempre tenga que haber el mismo producto, sin dar
importancia al tema de la estacionalidad y a cuanto tengamos que pagar para
obtenerlo.
"KILÓMETRO 0"
El
otro tema que tocamos fue el tema del “kilómetro 0”, siempre pensé que ese
llamado “kilómetro 0” era trabajar con productos que se encontraran a menos de
un kilómetro de distancia, pero resultó significar mucho más que eso, cocinar con la despensa inmediata de nuestro
sector, trabajar de la mano del agricultor de nuestra comunidad, y así apoyar y
perpetuar un ciclo en el que ayudamos al agricultor a que continúe con su gran
labor y este a su vez nos ayude a nosotros como cocineros a ofrecer buenos
productos en nuestros restaurantes.
Por
último una visita al famoso mercado de conejeros, un lugar que cuenta con una
amplia variedad de tiendas de alimentos, allí puedes encontrar desde pollo,
carne y pescado, hasta frutas, hierbas medicinales, productos de limpieza,
higiene, inclusive uno que otro utensilio para utilizar en la cocina.
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